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¿Qué es lo mas te gusta de un huevo Kínder?

laura de lucas
19 dic 2017
2 Min. de lectura

Sábado por la mañana, hemos decidido salir a dar una vuelta por la city, así que nos arreglamos un poco más de lo normal. Nuestros findes suelen ser de chandall y montaña, aunque a veces también nos gusta ponernos un poco más “guapos”.

Mientras me estoy duchando, Leyre se está vistiendo y al salir me dice:

-Mamá mira que guapa voy hoy, ¡¡eh!!-

Esa frase dispara mis alarmas, ¿Guapa? ¿Hoy?...... mmmmm…. ¡No se cómo afrontar esa situación! pero siento que debo hacerlo ya mismito, algo no estamos haciendo bien si mi hija se cree que va guapa porqué se pone un pantalón arregladito o una falda en lugar de un chandall….

-Cariño, tu sabes que no vas guapa hoy, si no que tu ERES guapa ¿verdad? Te pongas lo que te pongas el relleno eres tú, tu corazón, tu manera de pensar, de actuar, de jugar y de ser. Y eso, peke es lo que cuenta. ¿Me entiendes? -

-Claro mami!! Yo soy Leyre con falda o chandall, con cola o pelo suelto, y como tu siempre dices lo importante es que yo me sienta bonita, ¿no? -

Os puede parecer una conversación absurda, o no. Pero a mi me relajó bastante saber que ella tiene claro que el relleno de la ropa es lo importante.

Para que ella lo acabase de entender le pregunté que era lo que mas le gustaba de los huevos Kinder, la respuesta fue arrolladora: - El juguete mami, la sorpresa es lo que mas mola! - aproveché que son muy fanes de esos huevos y me los llevé a mi terreno.

Como decía mi padre “El hábito no hace al monje” y me da la sensación, que sin quererlo, mandamos mensajes muy erróneos y superficiales a nuestros hijos.

A partir de ahora cuando decidamos arreglarnos más diremos que hoy toca ropa de ir arreglado pero no que hoy nos ponemos guapos, porqué el guapo…… lo llevamos de serie y todo dependerá de los ojos que nos miren. Pero al final lo importante es lo que nosotros veamos en el espejo.

Esta situación me demuestra nuevamente el poder de las palabras sobre esas esponjas pequeñas que son los niños, a los que llevamos enganchados continuamente y , sin darnos cuenta, traspasamos mensajes que van más allá que una simple palabra.

Y esa fue mi reflexión de sábado por la mañana, donde aprendí a empezar a dar más importancia al relleno, a nosotros y dejemos de dar importancia a la ropa, a lo de fuera así que #valoremoselrelleno potenciando los piropos a lo que somos y no a lo que llevamos.

Con Leyre empiezo a tener conversaciones fluidas, en las que casi siempre, aprendo yo más de ella que ella de mí. ¿Cuándo creció mi hija tanto? Aquí os dejo una foto suya de la Pascua pasada, no ha pasado ni un año y la veo tan cambiada que me aterra darme cuenta de lo veloz que pasada el tiempo.