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Que mis ojos sean tu espejo

laura de lucas
27 jul 2017
2 Min. de lectura

Hoy llegaste a casa algo triste y preocupada alguien te dijo que con tu corona de princesa estabas fea. En ese momento se me pasaron 1000 cosas por la cabeza, tú no lo sabes pero de joven mamá tuvo un trastorno alimentario derivado de su baja autoestima por creerse demasiado los comentarios de otras personas y ser insegura.

No puedo decirte que esa niña que te dijo que estabas fea lo hiciera con maldad seguramente para ella estabas más bonita sin ella. Pero con tan solo 4 años tengo que lidiar con algo que pensaba que llegaría mas adelante, sale a la luz un sentimiento que creía tener escondido que pensaba tener superado, entonces despiertan los fantasmas del pasado.

Si algo temo es que tengáis que pasar, alguno de vosotros, por lo mismo que yo, como madre tengo muchas inseguridades y miedos, y que podáis sentiros inseguros e inferiores ante otras personas es lo que mas temo. Intento fortalecer vuestra autoestima, intento criaros con respeto, con empatía y con dosis de realidad para que mañana no se os venga el mundo arriba cuando debáis salir a él. Aunque lo que realmente me apetezca sea meteros bajo mis alas, protegeros de cualquier persona, comentario o situación que pueda dañaros.

Lo único que se me ha ocurrido a sido sentarnos a merendar juntas mientras te cuento que no todos pensamos igual, que no debemos agradar a todos y que lo único importante es sentirnos bien con nosotros mismos. Solo tienes 4 años y no se si lo has entendido demasiado bien, eres tan pequeña, tan influenciable, es tan importante que en estos años logremos crear a ese tu interior fuerte, listo y bonito por dentro. A ese tú que te acompañará toda tu vida, a ese tú que entienda que no importa ser bonita o fea, que lo importante es sentirse bien, ser fuerte y valiente, ser buena, comprensible, querer, amar con fuerza y mas a ti misma, ser empática, respetar a los demás, pero ante todo respetarte a ti.

Tengo tantas cosas que decirte, tantos miedos a los que enfrentarme...Hagámoslo poco a poco, las dos juntas, yo te acompaño, tu me muestras el camino, yo estaré siempre acompañándote, de tu mano cuando lo necesites y deseando que sientas el mismo amor, que siento yo por ti al mirarte, cuando te mires al espejo.