Como nuestra relación superó la maternidad
- laura de lucas
- 23 ene 2017
- 4 Min. de lectura
Está claro que cuando nos volvemos padres y madres el rol del matrimonio o de pareja, cambian por completo. He de confesaros que para nosotros la llegada de BigY fue un tsunami emocional para ambos. Pasar de dos a tres no fue tarea fácil, y me atrevería a decir que nos costó casi un año adaptarnos a la nueva situación. Mi relación con PapiSun no es, ni por asomo, la relación perfecta. Y muchas veces hemos pasado de echarnos de menos a echarnos de más!!
Durante ese primer año, recuerdo sentirme muy sola emocionalmente. Las hormonas me tenían revolucionada y me sentí muy desbordada por la llegada de mi pequeña, ese bebé que tanto había deseado me tenía confundida, el deseo de ser madre y el amor hacía ella se mezclaba con un sentimiento de soledad e incomprensión muy fuerte. No sabía como explicar a mi compañero qué y como me sentía y lo que necesitaba, básicamente, porque ni yo misma sabía que necesitaba para sentirme mejor en muchos momentos.
Ver mi cuerpo desfigurado y muy diferente a lo que era, no sentirme demasiado guapa, estar pendiente de un bebé las 24 horas del día, no dormir más de dos horas seguidas; mientras observaba como él descansaba tranquilamente sus horas, y a pesar de ello despertarse y decir que se sentía cansado, os juro que en muchos momento tuve que contener mi instinto asesino para no fulminarlo con mis láseres oculares de súper mami!!
Logramos, tras muchas discusiones, charlas, llantos y momentos a solas expresar lo que sentíamos cada uno y encaminar nuestra relación de nuevo. Sumando a nuestra pequeña a la ecuación. Yo comprendí su sentimiento de impotencia y su frustración al no saber hacerme sentir mejor, y él entendió mi sentimiento de soledad y desbordamiento por el cuidado de una bebota. Fueron meses tan preciosos como difíciles para ambos, lo importante es que con mucho amor, empatía y alguna sesión de Coaching de pareja, conseguimos que el motor volviera a funcionar.
Cuando nuestra relación logró estabilizarse nos quedamos embarazados de LittleU, y aunque creíamos que al ser el segundo la cosa sería distinta….nos equivocábamos!!! Volvimos a tener una buena crisis!! Mucho más llevadera ya que ya sabíamos que es lo que estaba pasando a cada uno e intentamos no llegar al límite como nos había pasado con la llegada de BigY. Nuevamente nos encontramos en los meses más preciosos y maravillosos de nuestras vidas, con momentos amargos y complicados de afrontar, pero con la experiencia de la primera que nos ayudó, y mucho, a seguir las tácticas y directrices que nos habían funcionado dos años antes.
Dicen que a la tercera va la vencida, y parece que si a sido así, con BabyJ ya temblábamos ambos, a pesar de ser tres Pekes y complicarse la logística, nuestra relación de pareja es mucho mejor que en los dos anteriores. Quizá es que ambos nos comprendemos más, quizá es que la vivencia del parto de BabyJ fue un antes y un después en nosotros. Los tres partos fueron mágicos y especiales, así como únicos. Pero éste tercero fue un trabajo de equipo en toda regla, un gran reto personal para mí y el fue el compañero perfecto para mí.
Aún y así existen muchos momentos difíciles, cuesta retomar el ritmo de pareja, nuestra intimidad y regalarnos minutos a solas. Ahora hay más ganas y menos tiempo, ¡pero eso siempre se encuentra!!
En la última visita con mi comadrona hablamos del sexo y de la importancia de reavivar esa llama, de no entrar en un estado de apatía total y adaptarnos a la nueva situación. Me encantó cunado me dijo, sin tapujos, que a las 22 horas estas en el sofá muerta de sueño y a las 4 de la madrugada tras la toma de teta estas “on fire”, y que razón. Y me decía, ¡¡despiértalo!! ¡¡Ellos siempre están a punto!! Jajaja. Y lo que me llegué a reír, pero después lo piensas y es cierto, a nosotras nos cuesta más pillar el ritmo y ellos ¡están deseando pillarlo! Así que habrá que adaptar nuestras citas románticas a los nuevos horarios.
He de confesar que me da pereza, la verdad!! Creo que es cierto eso que me contaba Olga de que te acabas acomodando y que debes esforzarte cada día, que cuidarnos entre nosotros y cuidar a nuestros hijos. Y que aunque en alguna ocasión he estado a punto de tirar la toalla, se me ha hecho muy cuesta arriba seguir con esto, siempre existe mil motivos por los que sigo aquí a su lado. Si es cierto que las responsabilidades y los problemas se multiplican, que el día a día resulta agotador pero ahora además del amor que sentía por él, le sumo la admiración en su papel de padre, que nos protege, sale a trabajar un montón de horas para que no nos falte de nada y llega a casa con ganas de jugar tirado por el suelo. Y aun estando lejos de ser la pareja perfecta, esas miradas de complicidad que nos regalábamos hace ya 7 años se han convertido en un amor capaz de superar todos los obstáculos que la vida esté dispuesta a plantearnos.


……Sonríe, besa, comparte, ama y disfruta de los CORAZONES DE PIRULETA.
Con mucho LOVE
Laura
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